Las Ventas -23/03/2025- Toros de Adolfo Martín para Rafael de Julia, Damián Castaño y Adrián de Torres
El Cartel...
Así fue la tarde...
Y tras una larga espera, llegó el día.
La controversia -de lidiar una corrida de casi seis años-, se convirtió en expectación -de disfrutar de 6 toros de D. Adolfo Martín de presencia impecable- y la Plaza de Toros de las Ventas vendió más de 13.000 entradas para dar comienzo a su temporada 2025 con Rafael de Julia, Damián Castaño y Adrián de Torres como protagonistas.
Tan puntual como siempre, a las 18:00 rompía el paseíllo, mientras en los tendidos una pancarta con el lema "Joselito ideó abaratar entradas. Plaza 1 ideo arruinarnos." tomaba protagonismo. Y es que, el aficionado clama, sin excepciones, ante la abusiva política de precios de la empresa gestora en el coso venteño, que ha traído consigo incrementos cercanos al 400% en apenas cuatro años.
Ya en faena, los "adolfos" cumplieron con lo esperado: seis serias estampas y comportamiento desigual.
Con tres de ellos a un mes de cumplir la edad reglamentaria para ser lidiados, y otros tres de febrero del 2020, los seis cárdenos hicieron alarde de una seriedad que costará volver a ver esta temporada. Una corrida hecha, cuajada, con seis toros parejos haciendo honor a una sangre que, a pesar de estar en el punto de mira del aficionado, fue y seguirá siendo, una de las debilidades del tendido.
Por suerte para ellos -y para la fiesta- "Arenero" hizo honor a "Malagueño II", "Mulillero", "Chaparrito", y otros tantos nombres que podríamos sumar a la larga lista de toros reseñables de Adolfo Martín que han derrochado bravura en Las Ventas. Lidiado en segundo lugar y premiado con una una sonora ovación que ralentizó su arrastre, embistió con clase y emoción por ambos pitones, a la muleta de Damián Castaño. Del resto de sus hermanos, destacamos al orientado quinto, pasando de puntillas el lote de Adrián de Torres y quedándonos por ver el de Rafael de Julia. El tercio de varas, volvió a pasar desapercibido, a excepción de un par de entradas en las que, por desgracia, faltó pelea.
La tarde de Rafael de Julia fue, simplemente, para olvidar. El miedo y la falta de recursos para solventar, mínimamente, los diferentes tercios, sumado al dantesco espectáculo protagonizado con la espada, supusieron el caldo de cultivo de dos sonoras broncas. Superado en el capote y sin capacidad para retirar a su oponente del caballo, fueron pocos más de 5 los muletazos que se le contaron. Todo esto y un sinfín de intentonas para dar muerte a su lote, sembraron las dudas de cara a su actuación el próximo 2 de mayo.
Damián Castaño, por su parte, no hizo sino confirmar que, a fecha de hoy, sigue siendo el torero mejor preparado para este tipo de corridas. Ajeno al ambiente hostil creado en los toros que precedieron sus actuaciones, dos magnificas lidias sobre los pies bastaron para levantar los ánimos del tendido. Una vez hubo cambiado los pitos por aplausos, volvió a hacer alarde de esa "lidia total", que tanto gusta en Madrid y tan bien hacen a estos toros, dando importancia a todo cuanto pasaba en el ruedo y dejando dos buenos tercios de varas y banderillas. Ya con la muleta, apostó. Lo hizo ante "Arenero", un ejemplar al que cuajó por el derecho a base de poder, para, a la postre, disfrutar por el izquierdo con una embestida sobrada de clase, pero con menos ritmo. Fueron tandas de muletazos justos. De perder pasos a cada embestida. Fueron tandas de mucho empaque, con la mano baja, pero sin forzar la postura. En definitiva, fueron tandas de Madrid, que, por desgracia, quedaron en una sonora ovación que Damián recogió tras errar con los aceros. Y volvió a hacerlo ante "Revoltoso", un ejemplar que hizo honor a su nombre, vendiendo caras todas y cada una de sus embestidas. Tras una intensa batalla por el derecho, de la que el salmantino parecía saberse ganador a pesar de que el peligro se notaba en el ambiente, llegó el turno de la zurda. Por allí, Revoltoso dejó claras sus intenciones y, tan certero como acostumbran a ser los grises, tiñó de sangre la tarde. Un descompuesto Rafael de Julia se hizo cargo del toro.
Cerraba la terna un siempre voluntarioso Adrián de Torres que, por desgracia, no pudo hacer más que justificarse ante el lote más descastado de la corrida. Tras pasar de puntillas ante el tercero, el sexto se dolió de una de las manos, imposibilitando incluso esos arrimones a los que nos acostumbra el jienense. A pesar de ello, volvió a demostrar su hambre tratando incluso de lucirse en dos quites que nos dejaron dos chicuelinas de incalculable mérito. Iván García, volvió a hacer de las suyas frente al sexto, viéndose obligado a saludar la primera ovación de la temporada.
En definitiva, abrió la temporada una tarde interesante, que nos dejó un gran toro para el recuerdo y un torero dispuesto a seguir mandando en "su escalafón". A pesar de ello, mantendrá el aficionado en el punto de mira a una ganadería que, a pesar de habernos dejado también un toro de la dureza de antaño, sigue viendo como muchos de sus animales derivan en nada. No sin olvidar, por supuesto, que dos de ellos, siquiera se mostraron.









Comentarios
Publicar un comentario