Valdemorillo - 05/02/2022 -Toros de Zacarias Moreno para M. de la Puebla, D. Urdiales y D. Luque


La previa

Sin conocer absolutamente nada del encierro a lidiar (más allá de la ganadería) y con la resaca de las infinitas criticas que recibió la empresa por el lavado de cara que ha dado a Valdemorillo y su feria de oportunidades, el día 31 de enero se ponían a la venta, a las 10:00, las entradas sueltas.

La respuesta a todo ello: el "no hay billetes" en las taquillas desde las 20:00.

Morante y un cartel rematado ponen las cosas en su sitio, sin importar si eran bienvenidos hace un mes y sin importar a quienes se medirán. Eso es otra cosa.

A pesar de ello, si debemos entender que por encima de todo jugará el encierro un papel extraordinario en este ambiente. Entenderá, o deberá hacerlo, el aficionado, que el trapío no será el mismo que años atrás, pues este año se acartelan las figuras. Entenderá, o deberá hacerlo, el aficionado, que nos encontramos en el mes de febrero y el remate final de los toros es muy complicado conseguirlo en estos meses del año. Sobre su juego, Dios dirá.

Pero todo ello se cogerá con pinzas. Pues la plaza estará a reventar y entre mucho público habrá también mucho aficionado que no pasará por alto diversos aspectos de la lidia y la presentación de los toros. Es lo que tiene juntar a Morante y Urdiales a escasos kilómetros de Madrid. Y sobre su duende, Dios dirá.

Así fue la tarde

Hay quien, mientras comentábamos en los aledaños lo infame de la presentación de la corrida, según habíamos podido apreciar en los videos del encierro, nos recriminó que: "Ya sabéis a lo que venís, hoy se viene a disfrutar de Morante, así es que no quejarse".

Pero lo cierto es que no. Que hoy, por desgracia, supimos lo que veríamos a las 11:00 y gracias al tradicional encierro de Valdemorillo, como si hubiese algo que esconder. Un nuevo voto de confianza, entradas "por adelantado" y un nuevo insulto al toro bravo.

De manos de los responsables del toro de Aranjuez, hoy conocimos al toro de Valdemorillo.

Así, y entre la excusa de principio de temporada, la plaza de tercera y la inclusión de las figuras en los carteles, se presentó una infame corrida en la segunda de abono - no bastó con ser anovillada y bonita de cara, hubo que apañarla. - Tampoco la salvó el juego, pues a excepción de un muy interesante segundo, que terminó buscando toriles, el encierro de Zacarias Moreno no dijo nada ni a aficionados ni a toreros.

Todo ello aparte y como ya comentamos en la previa, el trabajo estaba hecho y La Candelaria lució una preciosa estampa y el cartel de "no hay billetes".

José Antonio Morante de la Puebla anduvo con sus cosas desde el paseíllo. En torero, sonriente y con un capote con las vueltas verdes. Buscó el gusto en su primero, enclasado pero soso y sin ningún tipo de fondo, y quiso justificarse con el tercero. (Sorprende que aquellos que siempre han sido morantistas ahora alaben este afán de justificación. Otro Morante, habría abreviado desde que en el trasteo dijo "no" con la cabeza). Entre medias buen sabor en alguno de sus muletazos, innovación, personalidad, pero poco más. No remató con la espada una faena correcta pero a pesar de ello su legión de seguidores luchó por una oreja que a buen criterio no se concedió. Vuelta al ruedo por su cuenta para la justificación del segundo y si Dios quiere, "no habrá billetes" en su siguiente tarde.

Diego Urdiales gustó, pero no terminó de ser el. Sabor especial con el capote, mentón hundido y acompañando la embestida de principio a fin. Detalles por bajo marca de la casa, ligazón y buen trazo con la muleta. Naturalidad a raudales con la izquierda. Esas cosas, que cuando se dan frente a un buen toro, toman importancia. Fue una lastima que "Brasileño", que tuvo ritmo, entrega y clase durante toda su lidia, terminase por rajarse y que Urdiales no le diese la muerte merecida. Ambos mancharon el final de un bonito, aunque imperfecto (no terminó de ponerse en su sitio, ni cargar la suerte como acostumbra) binomio que fue premiado con la única oreja de la tarde.
La función del quinto entendió de instantes, pero sin fondo alguno terminó por aburrir hasta a sus más adeptos.

Daniel Luque quiso unirse a la tarde de arte. Sobresalió en el manejo del capote, como acostumbra, pero dejó cosas por decir con la muleta. Al tercero de la tarde le vio clase y condición, la exprimió, pero terminó por agotarla, y a medida que pasaban los muletazos, algunos de muy buena nota y asombrosa despaciosidad, fue viniéndose abajo la faena. Algo similar pasó con un sexto de peor condición.

A destacar la labor de los Víctor Hugo en el segundo y Juan Contreras en el tercero, a quienes el público obligó a saludar tras el tercio de banderillas.

Como apuntes finales me gustaría comentar que, tal vez, todo lo sucedido en la tarde hoy habría tomado otra importancia de haberse dado con toros. Adjunto imagen de Mundotoro como ejemplo perfecto. Y la elijo de Daniel Luque porque su físico, deja aun más en evidencia la corrida de hoy.

Y por supuesto me gustaría dar un palo a Morante, al que tantas zanahorias repartimos el pasado año. El protagonismo es otra cosa, no llamar la atención del toro en los tercios durante el tercio de banderillas hasta en tres ocasiones. Y ni mucho menos volver a llamar su atención para pegar un remate con el capote cuando tu compañero anda ya con la muleta en la mano.

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