Las Ventas -27/03/2022- Novillos de Los Chospes para Carlos Aranda, Víctor Hernández y Uceda Vargas


La previa

Que la de Madrid deje de ser plaza de temporada, como tanto hemos escuchado en estos meses, supone, entre otras muchas cosas, falta de oportunidades. Para jóvenes y para no tan jóvenes.

Por el contrario, que Madrid comience a dar toros el día 27 de marzo, supone, entre otras cosas, oportunidades. Y en busca de ellas vienen Carlos Aranda, Víctor Hernández y Uceda Vargas, tres novilleros que se presentan en la primera plaza del mundo con la presión de quien perdió dos años y ve como el momento de ser o no ser ha llegado.

Madrileño, valenciano y sevillano se verán las caras frente a un encierro de Los Chospes (procedencia Domecq). Ahora, conocemos sus conceptos.

Carlos Aranda: hace ya 8 años de su debut con picadores, y llegará a Madrid sabiendo que esta puede ser una de sus últimas oportunidades para sonar como novillero antes de su alternativa en Manzanares el próximo 16 de julio. "Madrid es la plaza en la que se me aparece cuando visualizo un triunfo importante. Además, y sin querer parecer presuntuoso, tengo la sensación de que mi toreo es del gusto de Madrid. El día que corté la oreja lo hice con un novillo que se dejó sin más. Si un día la suerte me sonríe y uno me embiste creo que puedo hacer disfrutar a los aficionados. Si se vuelven a dar novilladas, tengo mucha ilusión por volver a Las Ventas. Ojalá así sea."

Víctor Hernández: "El torero que más ha influido a la hora de fijarme en alguien ha sido Alejandro Talavante, porque he tenido ocasión de verlo varias veces y nadie ha logrado hacerme sentir las cosas que él sí que ha conseguido. Después hay muchos toreros que me gustan, como José Tomás o Morante de la Puebla, y de épocas pasadas, José María Manzanares Padre, Paco Camino e incluso José Gómez Ortega “Gallito”. En definitiva, son toreros que siempre van a estar ahí, porque son toreros de toreros."

Uceda Vargas: "La idea del toreo que tengo es la del concepto de mis espejos. José Tomás, el maestro Campuzano y el capote y muleta de Morante. Esos tres conceptos me han marcado."

Conceptos similares con toques personales que, a buen seguro, dejarán cosas a tener en cuenta. Veremos la dimensión de cada cual, para determinar quien arranca la temporada diciendo donde ha de decirse.

Así fue la tarde

Con la ilusión de quien retorna a casa por navidad hizo la afición venteña su particular paseillo escaleras arriba camino de sus localidades para, esta vez si, empezar una nueva temporada taurina.
Entre ellos y algún que otro autobús, quedaron los tendidos con un cuarto de entrada y a las 18:00 cruzaron el ruedo los tres novilleros.

De toriles salieron seis novillos de Los Chospes que brindaron una buena tarde. Destacaron por su juego un buen primero, un interesante segundo y un gran quinto. Bien presentados, a excepción del segundo, que quedó algo "chico", posibilitaron a los novilleros expresar aquello que llevaban dentro.

Y de ellos, quien mas expresó, fue Víctor Hernández.
El madrileño disfrutó del mejor lote de la tarde. Y lo aprovechó.
Con su primero, un bonito y cómodo castaño, dejó claras sus intenciones desde que lo lanceó a la verónica de salida, escuchando los primeros olés de la tarde. De su lidia destacó la labor de Marcos Prieto, que dejó dos grandes pares y se llevó al toro a punta de capote al burladero donde fue obligado a desmonterarse. En la muleta el toro dejó cosas interesantes. Con peligro e interés, haciendo el amago de frenarse a mitad de muchos muletazos, lo metió en el canasto con la diestra Víctor, que aguantó con pies de plomo cada una de sus miradas. Por el izquierdo resultó imposible hacer faena alguna. Apenas dos intentonas, viniéndose por dentro, fueron suficientes para mostrarlo. Finalizó por manoletinas y la espada le privó de lo que bien pudiese haber sido la primera oreja de la tarde.
Oreja que, posteriormente, el nefasto presidente que dirigió la función, terminó por regalarle en su segundo. Si bien es cierto que Víctor volvió a mostrar una gran dimensión, la importante y aclamada oreja que le habría cortado a "Lechuguillo", terminó por convertirse en el pueblerino y protestado desoreje de un gran toro.
De la faena destacó, por encima de todo, las diferentes velocidades a las que se adaptó el madrileño, evitando en todo momento que el bravo, que se venía de largo, hiciese presa de los trapos. Mostró en esta ocasión su calidad con la mano izquierda, dejando muletazos de temple y trazos del gusto de Madrid y a pesar de que algunas de las tandas de cinco parecieron hacérsele algo largas en el cuarto, solventó la papeleta en todo momento. Con la panza, bien colocado y firme, selló una gran faena que corroboró con una efectiva estocada. Los pañuelos afloraron, se concedió la primera y los seguidores de Víctor pidieron la segunda. El antimadrileño presidente concedió el trofeo y arrancó la primera gran y merecida bronca de la temporada.

Que la ineptitud del palco no borre la buena impresión que Víctor ha dejado hoy en Madrid. Un novillero que toreó como mandan los cánones, no dejó pasar un quite y vino abrir las puerta grande de la plaza más importante del mundo. Que haberlo conseguido, tampoco le borre a el, y sea consciente de las circunstancias de este triunfo.

De peor lote disfrutó Carlos Aranda, que también demostró peor condición. El más toreado de los tres novilleros no fue capaz de ligarle muletazos a un primero que pareció demandar una batalla más firme y de verdad. Un toro "enclasadete", que bien pudo achacar un fuerte golpe que se dio de salida, al le faltó algo de ritmo y que se marchó con una atisbo ovación.
Con el cuarto tampoco se acopló Carlos, que a medida que vio pasar al enclasado pero flojo novillo, vio como se escapaba esa nueva oportunidad de causar sensación en Madrid. Tomará la alternativa sin haber dicho nada.

Mejor condición demostró Uceda Vargas, que tras ver como se le recriminaba su colocación con el bronco tercero, dejó una mejor actuación con el sexto. En un ambiente hostil, con las reprimendas entre público y aficionados por el polémico triunfo de su compañero de fondo, el Sevillano fue cuajando una correcta faena, que cogió vuelos con las manoletinas finales y que una "estocada de oreja" estuvo muy cerca de hacerle sumar. Finalmente disfrutó una vuelta al ruedo.

En líneas generales, una interesante tarde que a buen seguro los aficionados firmarían como nivel medio de las novilladas de este año. A pesar de que muchos de ellos, abandonaron sus localidades, aquellas a las que regresaron con la ilusión de quien vuelve a casa por navidad, "jodidos porque Madrid sigue perdiendo su identidad".

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