Cenicientos -15/08/2022- Corrida Concurso para Sergio Serrano, David Galván y Adrián de Torres


Así fue la tarde

El torismo, como todo en esta vida, también entiende de falsas ilusiones. Y no, no quiero decir con esto que la Corrida Concurso celebrada el 15 de agosto en Cenicientos haya sido una desilusión, sino que, después de ella, me queda aun más claro que debe ilusionarme.

Se lidiaron seis TOROS, de los que acostumbra Cenicientos, con seria estampa, cuajados a más no poder y de ganaderías de esas poco habituales en las grandes ferias. De todos ellos valieron los que, se suponía, iban a valer. La Quinta, Peñajara y Adolfo no fallaron en su cita con el aficionado mientras que J.L. Fraile desilusionó y Samuel Flores y Partido de Resina continuaron con su decadencia.

A pesar de esa ilusión selectiva, sabedores del plantel y esfuerzo que realizaba la organización, los tendidos registraron la mejor entrada que ha vivido Cenicientos desde que el Ayuntamiento se hiciese cargo la feria. Todo un triunfo, fruto del trabajo y buen hacer que rozó el "no hay billetes".

Bebedor Nº 63 de La Quinta (Encaste Santa Coloma-Buendia)
El abre plaza fue, sin lugar a dudas, un buen toro. Cumplidor en el caballo, se entregó con extraordinaria clase por ambos pitones, dejando pasajes que además no perdieron ese punto de interés para el aficionado. Frente a el se vio las caras un buen Sergio Serrano, que sin llegar a someterlo tuvo buenos momentos con ambas manos y perdió el triunfo con la espada.

Fragoso Nº 42 de Partido de Resina (Casta Gallardo)
Lejos de ese tipo que debería acostumbrar el toro de Partido de Resina, este serio Fragoso no se empleó más que en una vistosa salida a la que Galván se entregó a la verónica. Buen comienzo que fue viniéndose abajo en varas y que terminó por ser un espejismo en la muleta donde el toro buscó la puerta y no cogió las telas nada más que para defenderse.

Jaquetón Nº 50 de Juan Luis Fraile (Encaste Graciliano)
Jaquetón, que había atraído el interés de todo los aficionados desde años atrás por su pavorosa seriedad, no defraudo en lo que a integridad y presencia se refiere. Feo y pobre en cuanto a sus hechuras, de no ser por esos dos "leños", otro gallo habría cantado. Su juego tampoco dio nada de sí, duro y correoso no cumplió en varas como podría esperarse y en la muleta puso todo de su parte un valiente Adrián de Torres para que pareciese servir algo. Se jugó la vida en una dura batalla el jienense, que obtuvo su premio cortando una oreja tras una faena donde la quietud y el valor suplieron al toreo y elegancia, que no tuvo Jaquetón.

Giralda Nº 50 de Samuel Flores (Encaste Gamero Civico)
El de Samuel también, y para mal, cumplió con sus exprectativas. Duro y con poco que torear, Serrano intentó sacarle algo en la distancia corta, evitado por otro lado que este se extirase. Terminó por aburrir una larga faena que nada pintaba en una tarde así.

Bienpeinado Nº 118 de Peñajara de Casta Jijona (Encaste Iban-Casta Jijona)
Las emociones fuertes estaban destinadas a llegar a última hora. Y eso hicieron. Encastado y muy en la línea de esos toros que han colocado a Peñajara en el cartel de Cenicientos año tras año, Bienpeinado hizo honor a su nombre y como aquel que lidiase Ángel Sánchez años atrás dejó entrever que hubiese sido un gran toro.
Se empleó en los desastrosos cuatro puyazos que tomó, arrancándose con alegría. Por desgracia uno de ellos cayó en mal lugar y un sangrado excesivo pudo ser, sin lugar a dudas, la razón por la que no demostró el fondo que acostumbra. Clase, emoción y casta se derrocharon en los primeros compases de la faena, pero una larga aunque correcta faena de Galván no obtuvo triunfo alguno ante esta desafortunada situación.

Resabiado Nº 8 de Adolfo Martin (Encaste Albaserrada)
Resabiado se llevó los galardones. El invitado a este desafío cumplió con las expectativas de los que siempre confiaron en Adolfo Martín, pero que ya no lo sitúan en este tipo de corridas. Con la humillación como virtud principal desde que tomó el capote hasta que rodó sobre la arena, Resabiado cumplió en todos y cada uno de los tercios. A una velocidad mínima tomó los vuelos de la Muleta de un Adrián de Torres que esta vez no fue solo valor y que estuvo a la altura de la despaciosidad y clase que exigió uno de los toros de la temporada. Jamás he visto a un toro con semejante condición desde el tendido.
Hubo quien pidió su devolución por invalido de salida, quien pensó (entre los que me incluyo) que le faltarían las fuerzas a medida que transcurriese la faena, pero el fondo, la bravura y la casta de este Resabiado dejaron claro que esa clase y temple no fueron un defecto, sino una virtud a la altura de pocos toros. Por desgracia Adrián falló con los aceros y el desafortunado presidente no tuvo a bien premiar un toro de vuelta al ruedo.

El valor y la torería de Adrián de Torres lo reconocieron como mejor torero de la tarde, mientras que Resabiado no ofreció lugar a dudas en cuanto al mejor toro de la tarde se refiere. Por desgracia la labor de los picadores no obtuvo premio y es que, a pesar del sexto, los jacos no ofrecieron el espectáculo esperado.

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