Estella -06/08/2022- Toros de Reta de Casta Navarra para Sánchez Vara e Imanol Sánchez


La previa

Céret puso a la Casta Navarra en el mapa de las corridas de toros, Torres de la Alameda la acercó a España y ahora, Estella, cierra ese circulo devolviéndolo al norte de nuestro país.

Serán de nuevo reses de Reta de Casta Navarra, después del impás "de los de Arriazu" y a ellos se enfrentarán, en mano a mano, las dos sensaciones de las últimas corridas de toros: Sánchez Vara e Imanol Sánchez. Experimentados en el encaste, veremos que nos depara en esta ocasión un espectáculo de esos que, una vez al año, no hace daño.

Así fue la tarde

"¡Ya solo queda que le quiten el peto al caballo!"

O algo similar debió ser lo que pensaron muchos de los que, desde casa, renegaron de una nueva aparición de los de la Casta Navarra en los ruedos. Y razón, quizá, no les faltó. Propio de otros tiempos, lo que vivimos en Estella fue una nueva lección de tauromaquia para los allí presentes. Darle una vuelta a lo habitual, vivir algo nuevo (o revivir algo ya obsoleto). Algo inmoral y propio de otros tiempos para muchos taurinos y una verdadera lucha de poder toro-hombre para otros tantos. Porque aquí no hubo exceso, floritura ni confianza alguna, solo un toro y un hombre dispuestos a dejarse la vida.

En el camino cayeron Chapurra e Imanol Sánchez, a los que deseamos una pronta recuperación.

En definitiva, un "salirse del tiesto" en toda regla.

Se lidiaron seis de Reta de Casta Navarra, de desiguales hechuras y de distinta seriedad. Difererencias que no hacen sino reflejar la corta vacada de una ganadería que se encuentra en desarrollo y adentrandose en un nuevo mundo.

También fue desigual el comportamiento. Comportamiento que nada tuvo que ver a lo que vivimos en Céret el pasado año, si bien no llegó a desaparecer del todo esa mansedumbre en muchos momentos de la lidia, se vislumbraron embestidas de categoria en varios toros y sobresalió el tercero de la tarde, no cayendo en el olvido el interés y la emoción la lidia de ninguno de los seis.

Mansearon todos en varas, buscando el que guardaba puerta y evitando nuevas masacres, pues tampoco se realizó bien la suerte en ningun momento. (Veníamos advertidos de lo que podía pasar, pero dolió que pasase así, que menos que intentarlo).

La corrida demandó poder y valor de principio a fin, pero solo fueron tres los toros que ofrecieron algo a cambio. El segundo a matices, fue el menos franco de esos tres. El quinto hizo sudar, pero que manera de meter la cara y emplearse. Y el tercero...¡AY EL TERCERO! Lo siento por los que no confiasen y lo siento por los que deseaban que no pasara, pero ahí esta la vuelta al ruedo de un toro de dos orejas, que no dejó pasar una, que embistió con casta y bravura por ambos pitones y que de no ser por su actitud en el caballo habría sido un toro de esos que no ofrece lugar a la duda (pues huia al sentir cada vara, si bien repitió cuantas veces lo pusieron en suerte).

Sánchez Vara ofreció lo que se esperaba de él, cortó tres orejas de ley, ofreciendo la vida a quien le estaba ofreciendo la suya, enseñando todo lo que tuvieron sus toros y no dejando pasar la oportunidad de triunfar con "lo que no admite triunfos". Además, hubo de dar muerte al sexto, pues Imanol fue cogido en el cuarto de la tarde.

Imanol, por su parte, no tuvo su tarde. Y hoy es uno de esos dias que deseas no tener que hablar mal de nadie, pues solo la puesta en escena lo supone todo. Quizá demostró esto que quien triunfó con Arriazu no estaba preparado para triunfar con Reta. O simplemente, quizá, no fue su tarde. Volveremos a verle seguramente en una de estas pues carecer de valor una tarde, no encontrar como meterle mano a esta corrida o no poder meter la espada, no quita a este torero ni un apice de mérito.

Volveremos, si Dios quiere, el año que viene.

Algo diferente.

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