30/04/2022 - Duelo Monte la Ermita / Rehuelga para Jairo Miguel, F. de Manuel y Ángel Sánchez


La previa

Si durante la previa de la corrida del pasado fin de semana nos aventurábamos a decir que la Copa Chenel cobraba sentido cuando en sus carteles aparecían jóvenes con ganas de ser toreros, es el de esta semana un nuevo ejemplo de festejo interesante para la fiesta.

La precocidad de Jairo Miguel deriva ahora en un mar de incertidumbre que a buen seguro está dispuesto a terminar de surcar para terminar por llegar al puerto de los acartelamientos y contratos.

También en la deriva parecieron quedar aquellos naturales que Ángel Sánchez cuajó a "Pavito" en Madrid. De muchos quilates fueron y a buen seguro que el aficionado estará encantado de recuperarlos en esta fecha que el propio torero afronta "como una nueva alternativa" sabedor de que a partir del próximo sábado las cosas pueden volver a rodar.

En una mejor situación llega el tercero de los toreros anunciados, pues Francisco de Manuel hará el paseíllo en Madrid el próximo 2 de mayo con una corrida de El Cortijillo. Dos balas para volver a subirse al carro.

Sin muchas más opciones para demostrar de que están hechos, estos seis de Monte la Ermita y Rehuelga les esperarán en la plaza de toros de San Martín de la Vega.

Así fue la tarde

El festejo de la Copa Chenel reseñado para San Martín de Valdeiglesias nos ha dejado un sinfín de detalles tanto positivos como negativos.

Para comenzar y a modo de crítica constructiva de un aficionado que disfruta y volverá a hacerlo de la esencia de este certamen, la organización y autoridades no debería pasar por alto detalles como que no se realice despeje de plaza, se vistan solo tres caballos de picar o uno de los toros salte al ruedo con una cornada que a posteriori terminaría acusando. También sería, de económica y visual importancia, que los festejos se celebrasen en municipios cercanos a donde supuestamente debieran causar sensación, pues la afición colmenareña hubo de hacer un viaje de alrededor de una hora para ver a dos de sus toreros, con lo sencillo que hubiese sido celebrarla en Miraflores y ver los tendidos con una apariencia totalmente distinta.

Debe también cuidarse el elenco ganadero y al igual que este certamen supone una oportunidad para toreros, lo haga también para ganaderos, pues en ningún caso debe suponer la Copa Chenel, la última oportunidad para lidiar lo que sobra. Y digo esto porque el encierro reseñado por Rehuelga no solo no cumplió como acostumbra, que eso nunca se sabe, sino fue preocupantemente desigual en echuras, seriedad, trapío...

También desigual fueron las reses de Monte la Ermita, lidiándose un toro de primera para abrir plaza y a partir de entonces decayendo en seriedad y tamaño.

Se lidiaron por tanto tres toros de Monte la Ermita, a los que en líneas generales faltó fondo y entrega, por no decir casta, y entre los que destacó el serio y cuajado primero; y tres de Rehuelga, de los que se protestó el lidiado en cuarto lugar, que terminó por ser el mejor toro de la tarde.

En lo que a la terna se refiere, me causó sensación la actuación de Jairo de Miguel, del que tenía nulas referencias y que destacó notablemente con el capote. Con la muleta aprovechó las embestidas de ambos oponentes, pero habiendo disfrutado del mejor lote de la tarde, quedó la sensación de que debió haber hecho algo más. A pesar de ello pasaportó a sus adversarios con solidez dejando buenos momentos. Tres avisos le penalizaron en la puntuación final, tras atascarse con la espada.

La tarde de Ángel Sánchez fue, para muchos, contradictoria. Lo vi bien, mucho mejor de lo que cabía esperar teniendo en cuenta todo aquello que había desvelado de su "retiro", pero a pesar de ello distó mucho de aquel Ángel Sánchez que un día conocimos y al que esperemos esta Copa Chenel consiga reencontrar. Lo normal, supongo.

En suerte le cayó un toro con "poca chicha" de Monte la Ermita al que cortó una oreja y un muy complicado ejemplar de Rehuelga, que hicieron sudar al colmenareño pero ante los que terminó de dar la cara. Inseguridad y algo de prisa emanaban en medio de la faena mientras la mano izquierda que un día enamoró Madrid dejaba instantes que bien merecen apostar por ellos. Si Ángel recupera su forma y confianza, tendrá mucho que decir, no tengo duda.

Lo peor de la tarde cayó en manos de Francisco de Manuel. Un tercero manso al que hizo faena a base de labor y entrega y un exigente sexto al que terminó pudiendo y cortando una oreja. Puede todo esto parecer poco, pero en realidad fue todo lo que tenían. Supo entender lo que cada uno de sus adversarios demandó y lo puso en práctica para calar en los tendidos demostrando capacidad, solidez y entrega. No se pudo hacer más con menos ni entenderlo y expresarlo de mejor forma. Quien diría que pisará Las Ventas el próximo lunes, después de lo que se ha dejado aquí. Profesionalidad y ganas de ser torero.
Si bien hace unas semanas criticamos la actitud de los participantes en el festejo de Miraflores de la Sierra, la tarde del sábado nos dejó entrega, disposición y ganas de torear. Y esto es lo que debemos exigir a quienes quieren volver a sentirse toreros. Quites, rivalidad, competencia o personalidad deben ser innegociables en la Copa Chenel e innegociables fueron.

Esperaremos al resultado, habrá una vez más diversidad de opiniones, jugarán su papel orejas y avisos (parten Ángel y De Manuel con 2,5 puntos de ventaja), pero a buen seguro, los tres participantes habrán cumplido con todo aquello que se les pide en este certamen.

La cuadrilla de Francisco de Manuel saludó tras su lidia al sexto, dejando Juan Carlos Rey dos pares de ley, especialmente un tercero entre los mismos pitones. También se aplaudió con vehemencia el puyazo del 4º, pues llevó al caballo a los medios, pero el toro ni terminó de meter la cara ni empujó más allá de donde quiso desplazarse el picador.

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