Las Ventas - 01/04/2024- Toros de Pedraza de Yeltes para Román, Días Gomes y F. De Manuel
Así fue la tarde...
Con 8000 personas en los tendidos, se vieron las caras Román, Días Gomes y Francisco de Manuel, frente a una seria y astifina corrida de Pedraza de Yeltes. Cuatreña en su totalidad, atrás parecieron quedar todos los trenes salmantinos, pero por desgracia, las nuevas y preciosas hechuras, no trajeron consigo la raza y el fondo que aquello acostumbraba.
Floja casi en su totalidad, aunque sobrada de clase en líneas generales, al tercio de varas lo salvó la sensacional actuación de Aurelio Cruz, que recetó tres magníficos puyazos al sexto de la tarde, levantando al respetable de la fría piedra madrileña. En lo que al tercio de muleta se refiere, duraron algo más que sus hermanos los lidiados en segundo, tercer y sexto lugar, siendo la falta de fuerzas una constante a lo largo de la tarde. Decepción, por tanto, en una nueva jornada de la que se esperaba mucho más y en la que solo el valenciano pudo tocar pelo.
Fue ante el segundo de la tarde, un toro que se venía de largo y con alegría tras ser cuidado en su encuentro con el caballo, cuando Román dejó los momentos más destacados de la tarde. Tras un comienzo muy del gusto de Madrid, que se vio mermado por el viento que soplaba en la capital, citándolo en los medios desde la lejanía y acompasando su embestida para conseguir ligar muletazos algo desordenados, la faena tomó forma cuando se estrecharon las distancias. Y fue ahí, en ese termino medio y tras haber exhibido al toro, cuando el valenciano pudo exprimir todo cuanto llevaba el de Pedraza. Aguantó tres o cuatro tandas más, antes de quedarse en los vuelos, pero para entonces ya se habían visto un par de series rotundas que aunaron una petición que se vio refrendada con una sensacional estocada. Oreja. Atrás quedaban los fantasmas del pasado con la espada, Román, volvía a dar que hablar en Madrid. Los ánimos se enfriaron con el cuarto, un toro soso y aplomado ante el que nada se pudo hacer, más allá de pasaportarlo con una buena estocada, que, por desgracia, no llegó, provocando las protestas del público tras un auténtico sainete.
Manuel Días Gomes, que confirmaba alternativa, apuntó su nombre en la lista de aquellos que pueden volver. Bien es cierto que el portugués no triunfó, pero allí quedó plasmado un concepto que gusta, mientras duraron sus adversarios. Ante el primero de la tarde, al que recibió por delantales con mucho gusto, cuajó un sensacional comienzo de faena, sobrado de gustó, que metió en el canasto a los asistentes. A partir de entonces, y viniéndose abajo a pesar de la mucha clase que atesoraba, el de Pedraza enfrió el asunto y aguó las opciones de Manuel. Frente al quinto bis, de Carmen Valiente, que sustituyó al de Pedraza tras propinarse un fuerte golpe de salida y perder las manos en numerosas ocasiones, poco hubo que hacer. La seriedad quedó en su estampa y su escasa fuerza lo obligó a defenderse casi sin ganas, ante las intentonas del confirmante.
Cerraba el cartel un Francisco de Manuel que parece haberse abonado a los vendavales madrileños. Tras su actuación el pasado San Isidro frente a los de Juan Pedro, el de la escuela de Colmenar Viejo parece no haberse acoplado aun a esta situación y frente al tercero, un toro que se movió y metió la cara, no pudo más que pasaportarlo tras varios intentos con la espada, escuchando las protestas del público. No le encontró el sitio y a pesar de acoplarse al ritmo del toro, todo cuanto sucedió fue reclamado.
Otra historia, diferente, fue la del sexto. El de Arganda del Rey firmó la paz con el tendido exhibiendo al toro en tres magníficos puyazos, a los que se arrancó tardo y terminó saliendo de najas, pero que recetó a la perfección Aurelio Cruz caldeando el ambiente. Venido a menos en banderillas, donde el toro pareció reservarse, el comienzo de faena parecía augurar, de nuevo, algo importante. Mandó y entendió a la perfección De Manuel las distancias, pero a medida que se sucedió la faena y estas se acortaron, en demasía, bajó también el interés de la misma. El asunto se quedó en nada y ahora le aguardan los de Baltasar en San Isidro.
Comentarios
Publicar un comentario