Aranjuez 30/05/21 - Toros de Nuñez del Cuvillo para Morante, Luque y Roca Rey
La previa
Señores y señoras, ahora si, parece que Andrés Roca Rey, el torero más mediático del momento, ha decidido retomar el rumbo. Tras un año de ausencia en que la máxima figura del toreo, para muchos, nada quiso saber de la tauromaquia, el peruano comienza a acartelarse en gran parte de los festejos que se anuncian. En este caso lo hace en Aranjuez, junto a Morante y Daniel Luque, dos toreros que suponen la noche y el día de la fiesta y a quienes, posiblemente, el público exija "la nada" y todo durante la tarde.
Apetecen Luque y su gran momento, apetece el lado arrollador de Andrés y apetecen, por qué no, las cosas del de la Puebla. De cada uno esperamos que sean ellos y de Núñez del Cuvillo que retome el rumbo y se aleje de lo que dejó entrever en Vistalegre: ni para el torero, ni para la afición.
Así fue la tarde...
Hoy anduve espabilado, y a sabiendas de que la corrida empezaría tarde -toreaba Andrés-, decidí anticiparme a la jugada con par de gin-tonics, que de buen gusto, aunque con algo de envidia, nos sirvió Bruno, el camarero del Restaurante el Tomate. De haberlo sabido antes, habría pedido alguno más, pues teniendo en cuenta que lo más emocionante de la tarde fue ver a la cuadrilla de Morante andurrear detrás de un gallo que uno de sus seguidores le lanzó mientras paseaba la oreja del primero...
Lo que salió por toriles fue, una vez más, lo que algunos han pasado a denominar "el toro de Aranjuez". Ni presencia, ni seriedad, ni bravura, y por supuesto, ni integridad. En definitiva, lo que otros llamamos, y perdonadme la expresión, una mierda. O por decirlo de una forma más correcta, un insulto a la fiesta. Eso fueron los 6 de Nuñez del Cuvillo, que una tarde más demostró que desde la marcha de Álvaro, las cosas no pueden llevar peor dirección.
En lo que a la terna se refiere, no creo que nadie se fuese a casa decepcionado con lo que los tres toreros dejaron en el ruedo. Aunque si podrían haberlo hecho, teniendo en cuenta que son ellos, y solo ellos, los únicos responsables, junto a la empresa, de lo que sale de chiqueros, o de como decíamos antes, de insultar a la fiesta.
Morante jugó sus bazas. Algo de lo suyo con el capote, gusto en la muleta y oreja del primero. Persecución al gallo, torería, bronca por la presentación del cuarto y cuando los pitos tomaban protagonismo, banderillas. Y a partir de ahí, armonía, calma y una ovación para sumar otra tarde más. Habrá que volver a verle.
Daniel Luque demostró, por su parte, que está para acartelarse con las figuras. Si bien es cierto que debemos esperar a verle tras cuarenta y tantos festejos, Daniel llega al público como sus compañeros de cartel. Dejo detalles de su gusto con el capote, que en muchas ocasiones poco tiene que envidiar al de otros. Y con la muleta, acostumbrado a otro toro, pareció fácil todo lo que hizo. En el terreno indicado lidió al segundo que no tardó más de una tanda en buscar la "pelea" en toriles y con otros aires pudo hacerle faena al quinto, que aunque llegó menos al tendido, sobró para cortar otra oreja.
También "estuvo en tipo" Andrés Roca Rey, que toreó de salón mientras su compañero ponía el segundo al caballo, se gustó ajustándose la montera antes de dar orden para la salida del sexto y como no, volvió a arroyar. Guste más o menos su concepto, tenga las cosas más o menos a favor, deje los toros más o menos crudos, tenga validez su toreo para triunfar donde se forjan las verdaderas leyendas, Andrés cortó otros tres apéndices en la tarde de ayer.
Una vez más, y perdonad que lo convierta en un fijo en estos resúmenes al final de cada crónica, ni rastro del tercio de varas.
Destacó un quite de Morante a Juan Contreras, que estaba cogido por el quinto hasta que apareció por partida doble, el capote del de la Puebla.
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Ya en casa, mi padre, que había leído las crónicas de los principales medios, me dijo que "vaya corrida de toros había visto". Le dejé entrever el peso de cada una de las orejas que se habían cortado, explicándole que deben ser como el toro, "de Aranjuez" o lo que viene a ser lo mismo que "de pueblo".
Fijaos si fue buena la tarde, que hasta Daniel y Andrés se animaron a salir a hombros, como si de repente ya nada importase. Como nada importaba la integridad, la mascarilla, la distancia de seguridad en los aledaños durante la previa y la salida a hombros... en fin esas cosas que deben importarnos si queremos volver a una plaza de toros.
Y es que viendo tardes como las de ayer, parece que a nadie, le importa la fiesta.
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