Las ventas 02/05/2021 - Festival benéfico


Campañas políticas aparte, Madrid, aunque a medias tintas, está de vuelta. Las 6000 localidades que la peligrosa, digo poderosa, pareja que forman la Comunidad de Madrid y la Fundación Toro de Lidia, han puesto a la venta, han tardado algo menos de tres horas en venderse -colapso de la web desde las 10:00 incluido-. Así pues, con sabor a tarde grande, de las de no hay billetes, aunque con un agrio regusto a festival, las puertas de Las Ventas quedan abiertas de nuevo. No se hagan ilusiones, tras esto, de momento, no viene más.

¡Nos jugamos mucho!

Todos y cada uno de los 6000 afortunados que el domingo asistiremos a la Plaza de Toros de Las Ventas tenemos una responsabilidad. Y no, no voy a dar otra aburrida charla sobre tauromaquia. Está claro que Madrid no debería perder su esencia, su toro, su gusto o su rigor, acorde a un festival, por supuesto, pero es suyo. Todavía más claro deberíamos tener que hay muchas personas con el foco puesto en esta tarde, y por desgracia, no son aficionados quienes nos miran. Distancia de seguridad, mascarilla puesta, evitar grupos o prohibido fumar, no son recomendaciones sanitarias esta vez, sino una obligación que todo aficionado que quiera volver, debería de cumplir.

Y si el aficionado ha respondido en taquilla, y estoy seguro que lo hará en la plaza, ¿por qué no iban a responder organizadores y toreros?

Desde hoy (26/04/21) estaremos al tanto de todo lo que ocurra alrededor de la vuelta de los toros a la plaza de toros más importante del mundo. Enseñar los toros con antelación, una buena presentación de toreros y ganaderías o incluso un pequeño manual de "como ver una corrida de toros", no sería un mal comienzo para que lo que este festival pretende, se cumpla de verdad.



La previa

Anuncia un cartel de gusto sobresaliente la vuelta de los toros a Madrid. Será un festival benéfico en el que participan varias de las grandes figuras del toreo. Lo hará a caballo Diego Ventura, y a pie los matadores de toros Enrique Ponce, J.L "El Juli", J.M. Manzanares, M.A. Perera y P. Ureña, y el novillero Guillermo García (de la Escuela Taurina José Cubero "Yiyo"). En cuanto las ganaderías elegidas para el festejo, todas ellas del gusto de las figuras, se lidiarán seis bravos (todavía no sabemos si novillos o toros) de los hierros de El Capea, J.P. Domecq, Garcigrande, Victoriano del Río, Fuente Ymbro, Jandilla y El Parralejo. Cabe esperar que el orden que establece el cartel no distará mucho del que caiga en suerte, si es que se sortean, a los diestros.

Cartel de relumbrón. De gin-tonic, puro gordo, jolgorio y mucho "Viva España" que tras colgar el cartel de "no hay billetes" el pasado lunes, algo más de dos horas después de que las entradas saliesen a la venta, contará con un "lleno COVID" en el granito venteño.

Se colgará también, por desgracia, el cartel de "cerrado" en el apartado. A pesar de ello, la organización ha anunciado que podrá seguirse, en vivo, a través de su canal de Instagram. Sin duda, una gran noticia y mejor iniciativa.

Otras de las medidas que ”la pareja gestora” ha puesto en marcha, para cumplir con las medidas sanitarias son, por ejemplo, el establecimiento de franjas horarias para el acceso o la no entrega de programas de mano (punto más que negativo, era una de las cosas que más podía servir para el público asistente).

Alrededor de las 12 de la mañana arrancó el apartado de los siete toros. Sin sorpresas, cada espada matará su ganadería predilecta.

Así fue la tarde...

Como ya expresé el día en que arranqué con el blog, la idea de este no es más que tratar de contar, pero sobre todo enseñar, la tauromaquia. Y creo que hoy, además de estar orgullosos del público, su juventud y su comportamiento, debemos de aprovechar la ocasión y explicar ciertas cosas, a modo de resumen.

Sonaron, con la puntualidad que acostumbran, clarines y timbales a las 18:00 y una vez caballista y toreros comenzaron el paseíllo, Madrid rompió en una ovación unánime. Había ganas de aplaudir, no se muy bien a quien. Durante el transcurso del mismo, el tendido siete (conocido por su estricto rigor) mostró la sensibilidad y exigencia que acostumbra, y con 3 pancartas quiso recordar a las victimas del COVID y que Madrid es una plaza de temporada. Ya frente al palco presidencial, lo que parecía un minuto de silencio (que la ocasión merecía) terminó por convertirse en un enaltecimiento a lo que toda la tarde nos perseguiría: sonó el himno de España para arrancar la primera ronda de "vivas".

Al torero se le saca a saludar una vez termina el paseíllo, no durante. Y por lo general, por algún mérito, reconocimiento o detalle para con la afición o la tauromaquia, no por ser los más guapos de la clase.

En lo que a la tarde se refiere, ha sido un cúmulo de sensaciones encontradas. Y por ello creo que es una situación excepcional para explicar muchas cosas.

En lo que al ganado se refiere, hemos visto un poco de todo, aunque fuese lo mismo. Si, si, eso es posible y hoy se ha vuelto a demostrar. Hablar de Domecq como un encaste tan genérico, y tratarlo de monoencaste, está cada vez más obsoleto. O es que de verdad hay quien piensa, después de lo de hoy, que Victoriano del Río es lo mismo que J.P. Domecq.
Sirvió el de Carmen Lorenzo para una faena medida, inteligente y variada de Ventura. Supo sacar ese tranco característico de Murube y ese punto de fondo que hizo que el rejoneador pudiese lucirse en cada una de sus suertes.

Lo de J.P. Domecq se volvió a los corrales hasta en dos ocasiones y tuvo que salir el sobrero de Carmen Lorenzo para que Ponce pudiera hacer uso de la muleta. Ni toro ni torero se molestaron en decir nada y así fue. Quien quizá mereciese la ovación más rotunda de la tarde por haber echado la pata para adelante la temporada pasada, no pudo recogerla. No buscó buen compañero de viaje.

Algo mejor supo elegir el Juli. Un Garcigrande, de los de Garcigrande, de los de Juli. Quizá no fuese el toro soñado por el aficionado, pero si el que todo ganadero querría para sus vacas. Y cuando este cae en manos del torero de la casa, se forma el lío. Faltaron muchas cosas, desde luego, pero el momento de un torero que supo estar "menos el que nunca", hizo que hasta el más venteño tuviese que cantar algún "olé". Poso, clase y una rectitud que no le recordábamos. Ha dado gusto.

Pero si hablamos de elecciones, el todo por el todo, sin duda, lo puso Manzanares. Y quizá no le haya salido del todo bien la jugada, pues para muchos ha sido el toro quien ha podido al torero (Incluso el ha declarado que le hubiese gustado "haber estado más tranquilo en Madrid"). Pero esta apuesta es más que admirable. Todos los toreros son toreros de la casa en las ganaderías con que hoy se anunciaban. Conocen reatas, comportamientos, bravura... Y hoy J. M. Manzanares no solo se ha echado el toro más serio del encierro, sino que sabedor de que Victoriano del Río conoce su ganadería como la palma de su mano, se ha echado un BRAVO ENCASTADO, de nombre Jabaleño, con el que a pesar de no haber podido ser el Manzanares que nos hubiese gustado, ha dejado detalles de figura y al que ha dado muerte como merece un toro bravo.

Quizá eso es lo que esperaba de la tarde. Por lo que tenía tantas esperanzas en ella. Toros elegidos para triunfos de verdad. Pero a partir del cuarto, la tarde comenzó de nuevo a decaer. Perera anduvo en su línea con un Fuente Ymbro al que le faltó un poco de Hurón. Dijeron cosas, pero tampoco muchas. Y la pesadez de quien no dice muchas cosas durante mucho tiempo...aburre, aun teniendo ganas. Y sino que le digan a Ureña, a quien, si bien es cierto que le ha caído en desgracia un soso de Vegahermosa, cada vez le cuesta más decir nada. Llegarán sus triunfos y no me hará falta esconderme, soy de los que confía en el. Pero de corazón pienso que la fiesta de hoy, no es su fiesta. Y no hablo de que no pueda matar una de Jandilla con las figuras, hablo de que a Madrid tiene que venir como lo que es y con quien le ha hecho llegar a serlo, e igual que a Madrid, a otros tantos sitios. Porque si eso no vuelve, entonces, estaremos perdiendo un poquito de Paco Ureña.

Una vez se arrastró el sexto de la tarde, se produjo el acto que, por desgracia, ha terminado por calificar al público asistente. Espantada general antes de que saliese el novillo de El Parralejo. Porque los toros interesan y hay que defenderlos, pero si no torean Ponce, el Juli o el guapo, mejor desde el bar. No sea yo quien se pierda el novillerito, digo, las copas de después. Faltó respeto, saber estar y torería, si bien es cierto que ya se habían cumplido 3 horas de festejo. Allí quedaron los venteños.

Ya mano a mano con gran parte del público de Madrid, a Guillermo García le costó que su faena calase en los tendidos. A pesar de ello, dejó un dulce sabor de boca toreando con el capote, y de no ser por la espantada, el público otra cosa había valorado de su faena. Gracias a Dios no ha sido así. El novillero ha conocido Madrid y ha brindado la muerte de un novillo a seis figuras del toreo. De nada le hubieran servido dos orejas. Personalmente, volveré a verle en algún pueblo.

A eso de las 21:30 ya deshacían el paseíllo los siete protagonistas de la tarde y los aficionados, en un ambiente más familiar, abandonaron la plaza. Fue momento de reencuentros, de alegrías...pero todo ello con un sabor agridulce. Porque hoy hemos vuelto a sentirnos, pero en el horizonte Las Ventas sigue sin anunciar toros. Y claro, es duro volver a decirnos adiós, esta vez, sin saber cuando volveremos.

Ya os dije que había sido tarde de contrastes.

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