Cenicientos 14/08/21 - Toros de Cebada Gago para Pepe Moral, Sergio Serrano y Miguel Ángel Pacheco


La previa

¡El toro toro está de vuelta en Madrid!

Cenicientos ha vuelto a presentar una feria de categoría con el toro como pilar fundamental (como debe ser).

Se celebrarán los días 14, 15 y 16 dos corridas de toros y una novillada en que tomarán protagonismo toreros asentados en el circuito de “las duras” y jóvenes, que intentan abrirse paso midiéndose a ganaderías de diferentes encastes. ¡Hasta ocho diferentes!

Para la primera fecha, las reses de Cebada Gago (procedencia Marcos Núñez, Jandilla y Torrestrella) tomarán protagonismo, después de más de dos años sin ser lidiadas, junto a los diestros Pepe Moral, al que esperamos ver en su versión de 2018 de una vez por todas; Sergio Serrano, tras su triunfo con los Victorinos en Madrid; y Miguel Ángel Pacheco, que sigue apretándose los machos para entrar en el circuito tras su actuación con los de la Casta Navarra en Céret.

Suerte y al TORO TORO.

Así fue la tarde

"Hoy no me he aburrido en ningún momento"

Quizá haya sido esa la frase que más han repetido los aficionados que se han acercado hasta Cenicientos. Y no precisamente porque nos haya tocado tragarnos una de esas mansadas que te hace tener el corazón en un puño. Nada de eso.

Se han lidiado seis toros de Cebada Gago, todos ellos de impecable presentación, que han tomado hasta 18 varas. Quedó algo por debajo el tercero bis, que se vio obligado a tomar protagonismo por la invalidez de un titular que dejó muchas cosas interesantes por ver.

En líneas generales la corrida exigió un poder, que en escasas ocasiones recibió. Primero y sexto fueron los toros más complicados de la corrida, sacando genio y complicando las cosas desde el primer momento. Este último, algo más basto que el resto de la corrida, terminó por rajarse cuando se vio podido. Segundo y tercero tuvieron la casta por bandera, toros de pasar miedo pero de los que dan recompensa. Destacar la pelea en varas del que salió en segundo lugar, que no cesó de empujar, después de arrancarse pronto a tres distancias cada vez más largas. El cuarto fue el toro más toreable de la tarde, aunque a pesar de ello tampoco regaló nada. Por último, el quinto de la tarde fue un interesante toro al que le faltó humillación, con otra entrega en la embestida estaríamos hablando de un gran toro. Todos ellos exigieron las cosas bien hechas de principio a fin, y acusaron lo mal que se lidiaron en muchos momentos.

Pepe Moral, por mucho que duela, volvió a confirmar que no está y por desgracia que cada vez se le espera menos. Al primero no tuvo mimbres de poderle en ningún momento, ni en el capote ni la muleta. Y lo que podría haberse convertido en una batalla ganada y la entrega de un bravo se convirtió en la complicación de un encastado. Al cuarto le alivió los muletazos en demasía, lo que no terminó de llegar al tendido a pesar del buen trazo que tuvieron algunos de sus pases.

Sergio Serrano por su parte se llevó los méritos de la tarde. Quiso "y pudo" con el complicado segundo, al que toreó con valor al natural a pesar de los muchos enganchones que sufrió. Colocación donde los toros cogen y un toro que a medida que transcurría la faena fue entregandose para regalar las mejores embestidas a la mano izquierda de Sergio. Saludó una fuerte ovación y espero al quinto. Toro al que no le habría venido mal picarle algo más y mejor. Quizá esa hubiese sido la clave para que terminase de descolgar, pero solo quizá. Con la cara a media altura se entregó y lo mucho que lo hizo supo recogerlo el de Albacete sacando pases de a uno. Las broncas entre el público retrasaron la muerte de un toro que parecía complicarse pero al que pudo pasaportar para recibir otra ovación.

Miguel Ángel Pachecho, por último, demostró mucha más valía que lo que dejó entrever en Céret. Un año de alternativa no es nada para quien no tiene problema alguno en acartelarse con las más duras de las duras y eso es algo que el aficionado debe tener en cuenta. Es un camino a medio plazo y el toro y sus ganas dirán si llega a buen puerto. El tercero le permitió dos interesantes tandas por el derecho después de una dura labor. Tandas que de no ser por todo lo que tardó el toro en caer, habrían servido para cortar el único apéndice de la tarde. El sexto, por su parte, decidió romper a "manso" y todo aquello que podría haberse convertido en interesante cuando la batalla se ponía bonita terminó siendo la de un toro que pasaba por allí de camino a las tablas, "cualidad" que supo entender Pacheco para cerrar una interesante actuación.

Destacar el tercio de banderillas del segundo, así como el tercio de varas del mismo, donde además de lucirse y ver un toro entregarse, Daniel López recibió una fuerte ovación. Por desgracia, dos destellos de luz en una tarde donde la corrida exigía otro orden.

UNA GRAN CORRIDA EN QUE NO FALTÓ LA CASTA Y LA EMOCIÓN.

Mañana más y mejor.

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