Colmenar Viejo - 31/08/21 - Toros de Zacarías Moreno para Diego Urdiales, Miguel Ángel Perera y Daniel Luque
La previa
La última de las tres corridas de toros del abono colmenareño nos trae consigo un cartel más que atractivo para el aficionado. El momento de Urdiales y Daniel Luque, así como el cartel que tiene Perera en Colmenar, son, sin lugar a dudas, alicientes más que suficientes para confiar en que esta tarde, también, sucedan cosas importantes.
Así fue la tarde
¡URDIALES Y BASTA!
El martes, tras la tormenta, llegó el delirio. Volvió la televisión y volvió el toro a Colmenar. Preciosa, a la par que seria y cuajada corrida de Zacarias Moreno en la que destacaron calidad y falta de fuerza en líneas generales. Sobresalió "Finito", que enclasado y con ritmo aunque falto de raza, tuvo la suerte de caer en manos de Diego Urdiales y fue premiado con la vuelta al ruedo. También lo hizo "Travieso", que más encastado puso las cosas complicadas a un Daniel Luque que no terminó de cuajarlo.
Y digo suerte porque Diego Urdiales está de dulce. Tras hacernos perder el norte toreando a la verónica, practicó aquello que pone a todos de acuerdo. Bajó la mano sin contorsionismos, sin exigir en demasía a su oponente, con las manoletinas clavadas en arena y la naturalidad por bandera, sinónimo de pureza, valor y verdad. Tan poco y a la vez todo. Al alcance de no muchos, valió al de Arnedo para cortar tres apéndices. Que se dice pronto, al igual que se escribe en pocas líneas, pero que tanto supone.
Con Perera podríamos extendernos un poco más. Así lo hizo el. Alargó faena, alardeo de poder, aunque no de verdad, justificó para el público, una vez más, su inclusión en un cartel en que el aficionado se hubiese relamido por ver a De Justo o Paco Ureña, y cortó una oreja que de poco sirve. Porque no hace falta que sirva. Volveremos a verle, seguro.
Lo de Daniel Luque nos dolió más. Porque a Luque apetece verle y Luque, en Colmenar, no estuvo. Cuando el tercero entró al ruedo de Colmenar en mi mente apareció la imagen de José Ignacio Ramos apretando a Juan Bautista hace unos años: no podía venir Talavante a mandar a casa ajena. Y Bautista puso Colmenar boca abajo, o patas arriba, como gustéis. Ante el tercero, un inválido de manual, no hubo faena posible. No aguantaba dos seguidos sin doblar las manos y el público terminó por reclamarle cualquier intento de faena. No había fondo alguno ante pobre animal.
El sexto, sin embargo pidió papeles. Y Daniel los sacó, pero solo uno, por cada tres enganchones. Los mejores naturales de la feria quedaron emborronados por tantas y tantas veces que el bravo tocaba las telas y lo que pudo suponer un grandísimo triunfo terminó por convertirse en una triste ovación. El mal sabor, a pesar de la gran tarde de toros que habíamos disfrutado, nos inundó a sabiendas de lo que podría haber sido.
Gracias a Movistar por lo que le toca.
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