Las Ventas -05/06/2022- Toros de Victorino Martín para Antonio Ferrera, Sergio Serrano y Román
Así fue la tarde
Se encargaba de cerrar el ciclo isidril una corrida de la "A coronada" y sobre el aficionado volvía la duda. Las últimas actuaciones de los de Victorino Martín habían dejado en evidencia el estado de forma de los grises y en busca de aquello que habían dejado de tener acudimos a la plaza.
A la salida, las sensaciones fueron buenas. Una presentación a la altura de la primera plaza del mundo, que nada tiene que ver con esas corridas justas y forzadas de años atrás. Un comportamiento alejado de esa falta de casta y fondo que hacía arrastrarse a los toros. Y una cualidad que destacó por encima de cualquier otra, la humillación.
A pesar de todo ello los Victorinos no permitieron el triunfo y se alejaron de ese toro muletero actual. Dudo que alguna figura se apunte a esta ganadería después de esta tarde. Una gran noticia para el aficionado. Como gran noticia fue el comportamiento de "Garañuelo", el segundo de la tarde, un buen toro.
Antonio Ferrera siguió divagando por su peculiar tauromaquia, con un capote azul de escaso peso que imposibilito su lucimiento y una muleta cada vez menos poderosa y más "artista". Así le fue imposible llegar a Madrid, a pesar de que su primero pareció tener algo que no enseñó, y de buscar refugio en el 5-6 durante la lidia de su segundo, para arrancar algunos olés en ese sector tan "Ferrerista" y enfrentar al publico venteño. Sin pena ni gloria, continuó en ese bucle que ahora se encuentra con Madrid. Destacar una vez más la labor de Chacón y Fernando Sánchez, que sobresalieron como de costumbre, con ambos toros.
Sergio Serrano se fue a chiqueros a recibir a "Garañuelo", un toro que flojeo en los primeros tercios, quien sabe si por lastimarse en una bienvenida accidentada al dar la larga cambiada de rodillas. En la muleta cambió la cosa y en el tercio, pues el viento podía complicar su labor, Sergio Serrano aprovechó las embestidas por ambos pitones de un toro que humilló y se entregó con largo recorrido. Lo mejor de la faena llegó al natural, el pitón bueno del toro, y al ralentí, si bien podría haberse apretado Serrano algo más con un toro que no quiso plantear grandes complicaciones. Pinchó la oreja y con ese error se esfumaron las opciones de triunfo, pues con el quinto, un correoso, que no alimaña, de Victorino, fue imposible sacar nada en claro.
Román tuvo más sensibilidad que su Madrid. Es justo empezar así con su actuación, pues con el gemelo abierto y la pierna amoratada por completo, lo que hace unos días habían sido palmas para dar la bienvenida a Ginés Marín, fue silencio para recibir al valenciano que frecuenta el tendido bajo del 6. Y con tal condición, de aficionado madrileño, dio muerte a sus dos toros tratando de prestar atención a todos los aspectos de la lidia y cumplir con las expectativas del respetable. Ninguno de ellos le prestó colaboración, pero a base de colocarse, darlos de a uno cuando era necesario y no darse por vencido en ningún momento, pasaportó a sus dos toros dejando la sensación de no haberse dejado nada y despidiéndose con la conciencia tranquila y una sonrisa.
Tras la corrida, y como es habitual, la actuación de Sergio Serrano fue premiada por los medios, pues esta última fecha correspondía al tradicional "Corrida de la prensa".
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