San Agustín del Guadalix -11/06/2022- Toros de Prieto de la Cal y Peñajara, por el C.T. 3 Puyazos


La previa

"La feria del aficionado" es sinónimo de humildad, de esfuerzo, de innovación, pero sobre todo y por encima de cualquier otra cosa, de meritocracia. Y en busca de todo ello el Club Taurino 3 Puyazos ha presentado una novillada y una corrida de toros del gusto del aficionado. Hierros de primera, no toreables para cualquiera y a los que se presupone una emoción y dureza, que serán lidiados por aquellos que en circuito de "las duras" hicieron mérito suficiente el pasado año.

-¿Qué más se puede pedir?

-¡Una lidia total!

Pues adelante con ello. Porque el Club Taurino 3 Puyazos también corresponderá con un premio económico la buena labor de picadores y banderilleros.

Así fue la tarde

De justicia debe ser, antes de nada, agradecer. Así es que, en nombre de Andanada del 12, gracias.

Gracias por jugaros lo que duele perder por acercar a unos pocos (porque ha quedado claro que no somos tantos), la fiesta de los toros vista desde ese concepto tan necesario como olvidado. Gracias por dar sentido a cada uno de los tercios (que a poco suena y mucho es) y gracias por la variedad de encastes. Y por supuesto, gracias por el día en familia que habéis organizado.

Una vez entregada la zanahoria, vendrá el palo, porque claro que esto no es perfecto. Pero lo que también vendrá es recordar a todos y cada uno de los asistentes a la jornada de hoy que este es el camino. Y que a pesar de que no debemos vivir de ideas, como seguro no podemos hacerlo es sin ellas. Así es que, os esperamos.

Una lidia en muchos casos forzada para lograr 3 puyazos a novillos y toros que no la tenían y la dudosa integridad (que si se defiende, habrá quedado como una lección para alguno de los que desde el tendido exige de algunos de los animales lidiados debe quedar como punto pendiente para ediciones venideras. Y tan triunfalista es quien regala una oreja intentando convencerse haber visto la faena del año, como quien regala una vuelta al ruedo al toro y mayoral creyendo haber visto el bravo de la temporada.

Con todo ello analizado, al lio con lo acontecido en el ruedo.

Acorde a lo esperado, entre quien empieza y quiere dejar claras sus intenciones, han hecho presencia en el ruedo tres toros de Prieto de la Cal, cuajados y de seria estampa, y tres de Peñajara, cuajados pero algo más "chicos" y menos serios que sus compañeros de cartel. De comportamiento variado, entre tres y cuatro puyazos se repartió a la corrida, destacando la labor realizada sobre el cuarto, al que se premió excesivamente con la vuelta al ruedo, y al sexto, donde llegó el remate de gala a una agradable jornada.

Debemos partir en este resumen de que la corrida, en líneas generales, no permitió en la muleta.

Sánchez Vara, que no tuvo suerte y no pasó de la rectitud que acostumbra con el primero de Prieto de la Cal al que mató con el descabello y no con la espada, anduvo menos afortunado con el cuarto. Un toro de Peñajara que, tras tomar cuatro varas, permitió el toreo a pesar de no vender caras cada una de sus embestidas. Por desgracia, esas embestidas, que fueron de mayor calidad por el izquierdo, no fueron correspondidas por un torero que no encontró el momento de ponerse de verdad, a la espera de la mentira. Pues también es cierto que entre todas esas cosas buenas, también hubo genio y alguna mala intención. Un buen toro, que no excelente, que fue premiado con una vuelta al ruedo barata.

Damián Castaño tuvo una papeleta poco fácil con el de Peñajara, un toro para nada cierto con el que trató de ponerse a pesar de los múltiples avisos. Planteó faena, dejó cosas por derecho, pero el peso del peligro le hizo salir de un sitio que quemaba para terminar por enfriar el tendido en una faena que no terminaba de calar. Con el quinto, al que se le ovacionó con especial fuerza de salida, le flojearon las fuerzas y ganas de embestir durante toda la lidia. Amoldó poco a poco lo que parecía ser nada un Damián Castaño que terminó apostando de a uno, en el sitio, por derecho y de verdad. Su labor terminó por escuchar olés de peso, pues a pesar de la escasa transmisión del toro, interpretó a la perfección dicho toreo, acompañándolo de pases de pecho de bella factura que ligaba a la perfección con el derechazo anterior. La espada, le privó de tocar pelo.

Cerraba cartel Imanol Sánchez, que sufrió el lote menos potable de la tarde. Nada tuvo el tercero bis de Prieto de la Cal. Algo más potable fue el encastadete de Peñajara que si bien algo quiso entregar por el izquierdo, por el derecho fue excesivamente agresivo y no permitió nada. Sorprendentemente también se le pidió la vuelta.

En líneas generales, aunque con excepciones, la corrida demandó lidia poderosa desde el capote. Se forzó en demasía en varas, alargando mucho la tarde, pero tras la labor de Gabín Rehabi, el aficionado salió soñando con volver el año próximo.

Y es que el Francés se ganó a pulso el premio a mejor picador de la tarde con su lidia y varas al sexto. Hasta 4 tomó, de buena colocación y perfecta ejecución. Brilló sobre el caballo y haciendo gala del oro de su chaquetilla, bordó el toreo que el aficionado español tanto echa en falta. QUE ALEGRÍA. QUE DOSIS DE AFICIÓN. Allí no importaron los excesivos decoros, estábamos disfrutando del arte de una tarde de toros.

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