Las Ventas -12/06/2022- Novillos de Montealto para Manuel Diosleguarde, Daniel Barbero y Álvaro Burdiel

Así fue la tarde

A contracorriente. Y así, es casi imposible.

Porque se hartaban de cortar orejas en los pueblos y porque ahora también lo hacen en muchas de las plazas importantes de nuestra geografía. Porque aunque todo parezca llevar al camino del triunfalismo, Madrid fuera de abono es otra cosa. Y porque aquí las cosas hay que hacerlas bien y cuando no están acostumbrados, es casi imposible.

Debe resultar difícil pasearse por mil plazas donde nadie pide nada para terminar jugándote el futuro en una donde se te exige todo. Sin términos medios en el toreo actual, los novilleros no estuvieron a la altura de un buen encierro de Montealto.

Hoy Madrid volvía a vestirse de ese gris cemento que acostumbra fuera de abono. Hoy solo 5.000 ocuparon su localidad para ver a quienes semanas atrás habían captado la atención de 15.000. Hoy Madrid volvía a ser Madrid y su gente. Hoy Madrid exigió y premió.

Se lidió un más que notable encierro de Montealto, correcto de presentación a excepción de un protestado tercero, que sin desgastarse en capote ni enseñarse en el caballo y pasando de puntillas en banderillas, cumplió en la muleta con creces. Fueron primero, segundo, quinto y sexto los que permitieron el triunfo, destacando "Soñador III", un gran toro en el tercio de muleta que se fue con las orejas y una fuerte ovación. De haberse visto en una lidia total, quién sabe si hubiese sido merecedor de vuelta al ruedo.

En lo que a la terna se refiere, todos parecieron haber sido cortados por ese patrón que invade todas y cada una de las plazas españolas: el de todo vale. Si bien es cierto que Burdiel volvió a salirse algo del tiesto y dejar detalles que si estuvieron a la altura de Madrid.

Quien acostumbra a leer el blog sabrá que es habitual resumir de a una las actuaciones de los actuantes pero tanto Manuel Diosleguarde como Daniel Barbero vinieron a dejar la misma sensación, que no fue otra que estar muy por debajo de sus lotes. Al hilo en todo momento y abusando de pico quisieron pasárselos como si en un pueblo se acartelasen y eso Madrid no lo perdona. Sin pena ni gloria, parece que las oportunidades para demostrar la buena prensa y futuro que auguraba Diosleguarde se agotan y Daniel vació sin hacer blanco una de esas recamaras que no siempre aparecen en la batalla madrileña.

El lote de Burdiel fue algo menos potable, sobre todo su primero, que se apagó a la primera de cambio sin coger altura. Sin embargo, en la cercanía terminó por ahogar las embestidas de un interesante y enclasado sexto, del que pareció pudo sacar mucho más.

La inexistente importancia del tercio de varas dejó cruda una novillada que llegó viva a la muleta. En ella destacó "Soñador III", que enclasado a más no poder acometió por bajo a cada uno de los cites de Daniel Barbero. No fue ese toro exigente que pone del lado del bravo a la afición madrileña, sino más bien un consentido con buen fondo y ese punto de transmisión y repetición que planteó una batalla franca, que de haber sido correspondida con algo más que ventajismo, bien habría sido meritorio de premio.

Hoy el grupo de unos 12 chavales que ocupaba la andanada con un par de latas por cabeza se preocupó por entender lo que allí sucedía, demostrando que ambas cosas pueden ser compatibles en un Madrid donde reinan las ganas de ver toros. Hoy el singapurense de al lado se hartó a hacer preguntas, quedándose hasta el sexto cuando no tenía claro que iba a ver exactamente. Hoy el ambiente fue diferente. Hoy Madrid fue un poco más Madrid.