Estremera -23/09/2024- Quinta eliminatoria de la Copa Chenel

La plaza de toros portátil, aunque fija, de Estremera, albergará este sábado, a las 17:30, la quinta eliminatoria de la Copa Chenel. 

Protagonizada por el duelo ganadero entre El Retamar y Hermanos Cambronell, serán los diestros Thomas Joubert, Mario Sotos y Diego García los encargados de tomar parte en el certamen.





Así fue la tarde

El dispar encierro reseñado por los ganaderos de El Retamar y Hermanos Cambronell nos ha dejado un claro triunfador. Dos importantes toros de los del encaste Núñez han marcado el desarrollo de una tarde que no terminó de coger vuelos, a pesar de las oportunidades que estos brindaron. Destacó el lidiado en tercer lugar por Diego García y, aunque algo más soso, el lidiado por Mario Sotos como quinto de la tarde. Los de Hermanos Cambronell, sin embargo, tuvieron como denominador común, la falta de fondo, y aunque se les pudo intuir la clase, no fue suficiente para que las faenas tomasen importancia.


Lo más destacado de la tarde corrió a cargo de Thomas Joubert. Al francés, el más experimentado de los tres matadores que trenzaron el paseíllo, pareció no notársele las faltas de oportunidades, y volvió a los ruedos tal y como se le recordaba. Una postura abandonada, tratando de frenar todas y cada una de las embestidas con un toreo clásico a media altura, volvió a ser su seña de identidad. Lo consiguió con el primero de la tarde, de El Retamar, un toro soso pero con mucha clase al que habría cortado una oreja de no ser por las probaturas con la espada. Al segundo, sin embargo, lo sentenció sin dudarlo tras una actuación fiel a su concepto, convirtiéndose en el único matador que, a la postre, tocase pelo.





Mario Sotos nada pudo hacer con su primero, un toro que echó el ancla tras su paso por el caballo y que apenas permitió un par de muletazos. Ante el quinto, un buen toro de El Retamar, no pudo acoplarse a pesar de su clase y nobleza. Y aunque logró algún que otro momento de interés, la faena no terminó de calar en el tendido, a veces por la falta de ritmo, a veces por las distancias. El toro, terminó por aburrirse.



Diego García disfrutó el mejor lote de la tarde. El de San Sebastián de los Reyes quiso dejarse crudo al tercero, un serio astado de El Retamar que pasó testimonialmente por el caballo pero que cumplió con creces en la muleta. Sin apenas desgaste, los primeros pases sometiéndolo por bajo fueron solo un espejismo de algo que no llegó. Aunque correcto, al de Sanse le faltó mando ante un toro que no se vino abajo y aunque bien es cierto que a veces descomponía la embestida, regaló arrancadas de clase y entrega, pidiéndole algunos aficionados la vuelta al ruedo. Con el sexto, más soso y de menos entrega, la historia fue similar. Un gran comienzo de faena a media altura y con mucho gusto dio sensación de algo que terminó diluyéndose. A pesar de ello, bien es cierto que de no ser por los aceros, bien podría haber cortado una oreja a cada uno de sus toros.





Como apuntes varios, el tercio de varas volvió a llevar al aficionado por el camino de la amargura. Jarocho lidió a las mil maravillas al sexto de la tarde y los tres matadores demostraron un buen manejo del capote, a veces por conceder a los toros el trato que demandaban y otras por lucirse a su manera. Diego García, por delantales, dejó lo mejor de la tarde en este tercio.

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