San Agustín del Guadalix - 17/03/2024 - Copa Chenel, Circuito de Novilladas y el remate de lujo de la A.C. Moncalvillo

Uno de los bastiones de la Fundación Toro de Lidia y el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid se encargará de albergar la segunda cita del Circuito de Novilladas, así como la tercera eliminatoria de la Copa Chenel.

San Agustín del Guadalix ha preparado para ello, de manos de la A.C. Moncalvillo, una magnífica jornada que permitirá a los asistentes enlazar ambos festejos con una interesante oferta de música en directo, entretenimiento y comida con precios populares. Un domingo lleno de ambiente y sobre todo TOROS.

 



El desafío ganadero entre Cerrolongo y Hermanos Sandoval servirá de oponente al duelo entre Mario Arruza y Jarocho en el festejo matinal que dará comienzo a las 12:00.



A las 17:30, por su parte, arrancará el tercer festejo clasificatorio de la Copa Chenel 2024, que tendrá como protagonistas a Manuel Días Gomes, Lagartijo y Christian Parejo, que se verán las caras frente al serio e interesante desafío Montealto VS Saltillo.





Así fue la jornada

Dicen que, a menudo, "el hombre propone, Dios dispone y el toro descompone", pero... ¿y cuando es el toro quien propone?

Eso mismo, ha sucedido, a lo largo del domingo, en la madrileña plaza de San Agustín del Guadalix, donde "Lucereño" de Hermanos Sandoval y "Farolero", de Montealto, han puesto el Circuito de Novilladas y la Copa Chenel, respectivamente, patas arriba.

Dos ejemplares separados por dos años de edad, pero con un denominador común: su bravura.

El primero de ellos, que se encargó de cerrar la matinal del Circuito, derrochó clase, humillación, recorrido, transmisión y fondo a partes iguales, y aunque bien es cierto que pudo faltarle algo de "chispa", y terminar de cumplir en el caballo, sus tres años recién cumplidos bien podrían excusarle de una gran pelea ante semejante muro de hormigón. Todo ello llevo a que, tras una templada y sensacional obra de Roberto Martín "Jarocho", que presentó sus credenciales como firme candidato a llevarse el certamen, el público pidiese su vuelta al campo. Decisión que, el presidente, con acierto y criterio, terminó por declinar, premiándole, eso sí, con la vuelta al ruedo.


Por su parte, "Farolero", aunó todas esas características. Demandó poder y llevarlo largo, siempre humillando y cumpliendo desde el primer cite hasta los grandes pases de pechos de un Christian Parejo que sorprendió, positivamente, a todos los asistentes. Derrochó bravura en el caballo, desplazando al del castoreño y su montura desde el burladero hasta los mismísimos medios y regalando una sensacional arrancada para tomar la segunda vara. Vendió cara su vida, no regalando ni un pelo de las dos orejas que el matador terminaría por cortarle y siendo fiel colaborador de la vuelta al ruedo que Alberto Sandoval y el propio, pudieron saborear. Otro ejemplar de vuelta al ruedo, con honores.



El resto de la jornada se sucedió con aires similares, pero no soplaron con la misma fuerza.

En la mañana, el lote de Mario Arruza cumplió con creces, a lo que el novillero no pudo responder con un triunfo, tanto por los aceros, como por falta de acople tanto con el ejemplar de Cerrolongo, como con el de Hermanos Sandoval.


Ya en la jornada vespertina dos de los de Saltillo distaron mucho de aquello que cabe esperar de un toro acostumbrado a desarrollar tanto sentido durante la lidia. A todo ello si hizo honor el sexto de la tarde, que repuso con energía cada embestida, planteándole batalla a un Christian Parejo que demostró no solo saber lidiar con "las más guapas". Los de Montealto se movieron y cumplieron, tendiendo la mano a dos matadores que, sin lugar a dudas, quedaron por debajo de sus lotes. A pesar de ello, Manuel Días Gomes, dejó destellos esperanzadores de cara a su próxima confirmación en Madrid, tratando de asentar su figura y encajarse para realizar un toreo clásico que no llegó. Lagartijo, por su parte, no se encontró, vaciando continuamente unas embestidas que ya comenzaban fuera y dejando pasar una oportunidad para cambiar un rumbo que se tiñe oscuro.


Pero... volvamos al comienzo. Y es que si hablamos de aquello que se dispuso y compuso, debemos hacerlo, también, de aquellos que propusieron.

Roberto Martín "Jarocho", que ya había dejado claras sus intenciones en Valencia días atrás, volvió a presentar su candidatura para postularse como uno de los mandones en esta temporada. Conocedor de terrenos y manejos, cuidó cuando se lo demandaron y exprimió cuando pudo. Se gustó con el capote, exhibió aquello que le viene de familia, dejando dos interesantes tercios de banderillas y, con la muleta, se acompasó a las embestidas del de Cerrolongo y cuajó a "Lucereño". Lo hizo con mando, pudiendo con la mano baja, tratando de encajarse cuando este respondía con temple y sin dejar de lado la variedad en los remates para llegar al tendido. Manejó izquierda y derecha por igual, llevándolo largo y trayéndoselo de nuevo para ligar como se debe. Recetó dos auténticos estoconazos y cortó dos orejas de peso.



Christian Parejo, por su parte, dio muestra de ser un torero amplio, capaz de cuajar las poderosas, pero sobradas de clase embestidas de "Farolero", pero también entender las exigencias de un complicado santillo. El denominador común, una muleta poderosa y saber estar. Y es que sometió al de la familia Montes cuanto fue necesario para no dejarse ganar la partida en ningún momento. Lo hizo por ambos pitones, siendo capaz de ligar uno tras otro siempre rematando con sensacionales pases de pecho. Supo entender las distancias del toro, viendo como echaba el freno cuando se metía en su terreno y volviendo a darle esos metros que no solo sirvieron para exhibir al toro, sino también para demostrar que es capaz de cogerlos adelante y llevarlos hasta el final, siempre en el sitio y sin perder las formas. Además, y esto no es poco, supo corresponder al aficionado, exhibiendo al toro en un segundo puyazo que más de uno hubiese pasado por alto. Al de Saltillo lo entendió a la perfección, perdiéndole los pasos que fueron necesarios hasta meterlo en el canasto. Una vez le cogió el hilo, consiguió ligar algún que otro muletazo de mucho mérito que sirvieron para demostrar al aficionado que estas también puede matarlas.





Dos reatas y dos nombres a tener en cuenta gracias a dos certámenes que, esta vez si, sirvieron para dar que hablar.


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