Las Ventas -24/03/2024- Toros de Cuadri para A. Ferrera, O. Chacón y Gómez del Pilar
Así fue la tarde...
Resume la página web de Las Ventas que el encierro lidiado por Cuadri y Saltillo (sexto bis) "no permitió el lucimiento" a los tres matadores que se acartelaban en él.
Y como venganza ante tal situación, algo así como "pues vosotros tampoco vais a luciros", debieron pensar los picadores mientras masacraban todos y cada uno de los toros que protagonizaron la tarde.
Desigual y poco reconocible, si entendemos el toro de "Hijos de don Celestino Cuadri Vides" como ese toro hondo, acapachado y con la badana amplia, fue la corrida reseñada por D. Fernando Cuadri y compañía. Desigual, poco reconocible, pero terroríficamente seria, astifina y ofensiva, con toros que dada su amplia caja superaban los 600 kilos y con un aclamado cuarto, de nombre "Bagonero", que si recordaba a aquella estampa añeja y que a la postre fue el mejor de la tarde.
La apuesta de Plaza 1 era total y la reconciliación con la afición y la familia Cuadri parecía ser un hecho tras las desavenencias del pasado año. Pero por desgracia, rematar un cartel, parece estar lejos de las intenciones de esta empresa. Se vieron las caras ante esta seria corrida un Antonio Ferrera al que hace tiempo que Madrid comienza a aborrecer, un Octavio Chacón necesitado de un cambio de rumbo para volver a ser lo que fue y un Gómez del Pilar que la pasada temporada fue, claramente, de más a menos en sus actuaciones en Madrid.
En líneas generales, la corrida vendió cara su vida. Pero ni fue tanto como podríamos esperar, ni tan poco como a algunos le habría gustado. El segundo, que rozó la invalidez, permitió como el que más; y el cuarto, encastado y enclasado a partes iguales, fue un gran toro en el tercio de muleta. Maltratados en el caballo, una vez más volvieron a quedar dudas de cual habría sido el comportamiento en el caso de haber recibido una lidia a la altura de este peculiar toro. Lidia que, por otro lado, si brindaron los de plata en el primero y cuarto de la tarde, desmonterándose Miguelín Murillo, Ángel Otero y Fernando Sánchez.
Antonio Ferrera, héroe para muchos y villano para otros tantos, cortó una oreja al cuarto, pero dejó escapar el mejor lote de la tarde. Su primer toro no fue para nada sencillo, pero dejó intuir cosas que no se le exprimieron. Y es que el concepto actual de este torero, dista mucho del poder que demandan estos toros. Confirmó todo esto su actuación ante "Bagonero", un gran toro, en todos los aspectos, al que recetó un puñado de buenos muletazos por ambas manos, de fuera hacia adentro y con la postura muy relajada, pero dejando pasar la oportunidad de poder y ligar a un toro que derrochó entrega y clase en cada una de sus embestidas.
Octavio Chacón, con el que Madrid anduvo condescendiente, a pesar de escuchar algún pito, siguió sin encontrarse. Y es que apenas pudo meterle mano al toro más noble de la tarde, un segundo que rozaba la invalidez pero al que su fondo le permitió reglar embestidas de mucha clase. Y si ante este no lo vio, ante el quinto no quiso ni verlo. Poderoso y protestón, vendió cara una vida que no se dignificó.
Gómez del Pilar fue, sin duda, la decepción de la tarde. El torero mas preparado de los que Plaza 1 había anunciado no quiso hacer frente a un sexto bis de Saltillo que embistió con clase y nobleza por el derecho. No así por el izquierdo. Pero las oportunidades, las brindaba por la diestra, un pitón que dejó escapar, por el que apenas esbozó algún que otro muletazo suelto. Al tercero, áspero y encastado, tubo menos que sacarle, pero tampoco le hizo faena, al comprobar que, en ocasiones, se venía por dentro. A pesar de todo esto, el madrileño sí que se estiró con el capote, regalando algunos de los compases más meritorios de la tarde a la verónica.
Lo más decepcionante de la tarde volvió de dejarlo el tercio de varas. Y lo dice alguien acostumbrado a tropezar dos veces con la misma piedra. Alguien que, por ser claros, entiende que un puyazo caiga más o menos arriba, más o menos atrás. Pero alguien, a quien le cuesta entender el desconcierto que reinó a cada instante a la hora de realizar la suerte. Señores matadores, señores picadores, desde la total ignorancia, se pica en la contaquerencia (enfrente de toriles) y la distancia a la que se coloca el toro va aumentándose a medida que este pasa por el caballo, no al revés. Y si para colofón, se tiene a bien irse de frente al mismo, levantar la vara, llamar su atención y provocar su arrancada, están ustedes realizando el tercio de varas como mandan los cánones. Así, no habrá protestas, a no ser que, como en el sexto, dejen ustedes inválido al bravo, obligando a su devolución.
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