Las Ventas -10/05/2023- Toros de La Quinta para El Juli, Roca Rey y Álvaro Alarcón (alternativa)

Así fue la tarde 

¡Arrancó San Isidro 2023!

Y con él, llegaron las figuras. A puñados este año, que cada caja cuenta.

Y su toro. Similar al que viene lidiándose este año en la capital, por desgracia. Ese que no pasa el reconocimiento semanas atrás en Sevilla.

Y el público. En la tarde de hoy, 22.964.

Atrás quedan las duras tardes de domingo mano a mano frente a la soledad y fracaso, en el cemento venteño. O por lo menos, las duras tardes de soledad. Y es que este comienzo de feria ha dejado atrás muchas cosas del principio de temporada, pero el fracaso, no ha sido una ellas.

Se lidiaron reses de La Quinta, principal exponente del neotorismo en la actualidad. Toros cárdenos, de cuestionable presencia para la primera plaza del mundo (incluso el 26 y el 76 habían sido rechazados en Sevilla semanas atrás), que no plantean problema alguno, pero que sí permiten a las figuras apuntarse una de Santa Coloma en su haber. Y ya van no sé cuántas.

Tercero y quinto fueron los de menor trapío, así como los que más terminaron por moverse. La clase fue un componente habitual en todos y cada uno de los ejemplares, pero la falta de fuerza, transmisión y en general bravura, imposibilitaron cualquier opción de triunfo.

Álvaro Alarcón dejó los mejores momentos de la tarde en el toro de su alternativa. Su mano izquierda aprovechó la clase de un toro que tuvo ocho o diez pases de mucha categoría por ese pitón, antes de apagarse. Sin llegar a coger vuelos, pues faltaba fondo, lo pasaportó. En su segundo, un toro más agarrado y con menos posibilidades, la cosa quedó vista para sentencia. Las figuras tienen un nuevo apadrinado del que quizá, a estas horas, ya se hayan olvidado.

El Juli anduvo cómodo de la mano de Madrid tras su condición de “favorito” adquirida el pasado año. Planteó dos faenas muy inteligentes, viéndose obligado a acortar en la segunda, pero rayando a buen nivel y aprovechando la clase de un segundo que no dijo nada. Y sin decir nada, es imposible. Madrid dejó claro que no quiere triunfos a medias.

Roca Rey hizo saber que le había le faltado toro y transmisión, a pesar de gozar del lote que más se movió. Que hubiese pedido una de Iban. Hizo el peruano alarde de unas formas, colocación y toreo estrepitosamente vulgares. Sorprendió que no dejase paso a su tauromaquia más extravagante y ni siquiera sus más adeptos aceptaron que aquello fuese de esa forma. No, al menos, en la muleta, pues en el caballo se volvió a dar por perdida, cualquier opción de lucimiento. Incomprensible, por muy poco que transmita una corrida. Estamos hablando de Madrid.

Por suerte y a pesar de lo mucho mediocre de la tarde, José Chacón levantó al público venteño durante la lidia del sexto, al que colocó un gran par en las distancias cortas, exponiendo todo cuanto tenía. Y es que cuando uno da importancia a todos los tercios, los pequeños detalles cambian el sentido de una tarde.