Las Ventas -28/05/23- Toros de Adolfo Martín para Fernando Robleño, Román y José Garrido

 

Así fue la tarde...

Cierro los ojos e imagino a un aficionado cualquiera, en la andanada del 7, fila 7, asiento 21, mientras en el ruedo se sucede una tarde de grises a la que da muerte un torero de Madrid. El sector crítico no solo se ablanda, sino que busca las tuercas para hacer ver al resto de la plaza que lo que acaba de suceder es algo único y sin igual.

Desaparecen los pañuelos verdes, a excepción de casos muy evidentes, la presentación pasa a ser incuestionable y la integridad una máxima. Falte o no la razón. (Impecable en la tarde de ayer).

Ahora importa la condición del toro, para medir la actuación de quien se mide a él. Y dicha actuación ya no se mide a pies puntillas, sino que pasan a brotar las emociones. Hoy, con Robleño en el cartel, la letra pequeña anuncia que puede usted acudir a emocionarse a los toros -no como ayer, que debió venir con escuadra y cartabón-.

“El pico” se convierte en un recurso, no cruzarse a pitón contrario pasa a ser una forma de exhibir un toro, y terminar atrás un muletazo vuelve a ser sinónimo de verdad absoluta -sin importar donde comience el mismo-.

Aquel aficionado cualquiera, en la andanada del 7, fila 7, asiento 21, pasa a ver como lo que se protesta cada día, hoy ha dado pie a la mundial. Madrid a los pies de su torero una vez más. Y si, emocionado, aplaude. Pero permitidle el beneficio de la duda.

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Y eso, en resumidas cuentas, es lo que aconteció en una nueva decepción de Adolfo Martín en Madrid. Eso, que es lo que tuvo el cuarto (lidiado en quinto lugar tras el percance sufrido por José Garrido en el tercero, al que no pudo dar muerte), y poco más. Las reatas volvieron a fallar y la casta, la movilidad y la entrega a brillar por su ausencia. El valor de Román se vio silenciado, a pesar de buscar la pureza y el pitón contrario; y un muletazo de Garrido, sentenciado con una cornada. La corrida a pesar de todo, no permitió fallo alguno. El sexto bis, de Pallarés, tampoco mejoró la tarde.

Parte médico de José Garrido:

Pronta recuperación, torero.